PRESENCIA INSOSLAYABLE 

 

Pienso que el páramo es un territorio que tiene una profunda relación con lo sagrado, y esto último lo relaciono así por los actos que se producen intuitivamente en mi cuerpo cuando estoy allí; el silencio como meditación, la contemplación y sobre todo aguardar, como el acto de apertura o de escuchar. Este proyecto indaga sobre esa acción en particular.

Para ello, me he centrado en fotografiar un solo aspecto de algunos frailejones (espeletia) o plantas mas viejas del territorio latinoamericano; su inflorecencia o la disposición de sus flores sobre las ramas o la extremidad del tallo. De ese modo, haciendo evidente las formas, colores y ritmos particulares de sus flores, sin extraerlos de su territorio, puedo dar cuenta de la suma de muchos silencios, ritmos y cadencias temporales propias del páramo. Porque así como guardo silencio meditativo en presencia de ellas, así creo que estas plantas recogen vivas la suma
de muchos silencios o tiempos del territorio. Tanto porque se recubren de las hojas que alguna vez estuvieron vivas para existir en el frío, tanto porque algunas de ellas son muy viejas pues tienen más de 100 años. Y considero así, que en sus flores se condensa la cúspide de todas estas temporalidades.

Pero dado que estar a la escucha es siempre un proceso que se da en el tiempo, este proyecto es una exploración que busca dar cuenta de dicho acto a través del recogimiento de las distintas temporalidades del territorio, mostrando así otra suerte de espacio o de territorio de la escucha. A la espera del paso de la neblina hasta dar cuenta de la presencia de las flores puedo dar cuenta de que de escuchar es siempre un acto de estar en el presente y la presencia es la escucha misma.